lunes, 30 de septiembre de 2024

Solo 1 de cada 3 ganaderos de carne en EE. UU. usa alguna herramienta para diagnosticar preñeces

 


En un panorama donde la eficiencia y la rentabilidad son cruciales para el sector ganadero, una curiosa estadística ha resonado en recientes artículos: solo uno de cada tres productores de carne en Estados Unidos utiliza alguna herramienta de diagnóstico de preñez en su hato.

Esta revelación, proveniente de la encuesta más reciente del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), plantea interrogantes sobre las prácticas de manejo en la industria ganadera y las oportunidades perdidas en términos de productividad y economía.

Según el informe del Sistema Nacional de Monitoreo de Salud Animal (NAHMS 2020), citado por el portal Bovine Veterinarian, «solo el 31,6% de los productores de carne en los Estados Unidos utiliza alguna herramienta de diagnóstico de preñez». Esta cifra es alarmante considerando los beneficios que ofrece esta práctica. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Quiere comprar genética de EE. UU.?)

JD Folsom, veterinario de Cattle Health & Reproduction Services en Rexburg, Idaho, enfatiza la importancia de las revisiones de preñez en su práctica. «Tenemos una cantidad considerable de nieve en esta zona y, para el Día de Acción de Gracias, estamos alimentando a las vacas con heno. Gastamos entre 200 y 300 dólares para alimentarlas, y si esa vaca no está preñada, el costo es considerable», afirmó para ese medio.

Los expertos señalan que el diagnóstico de preñez permite a los productores conocer el estado de gestación de sus hembras en aproximadamente 30 días después de la reproducción, en lugar de esperar los 283 días completos de gestación. Esta información temprana es crucial para la toma de decisiones sobre el manejo del rebaño.

Las consecuencias económicas de no realizar estos diagnósticos son significativas. Según un estudio citado, «las pérdidas económicas anuales totales de mantener vacas infértiles podrían estar entre USD 2.800 y USD 13.200 por cada 100 cabezas de ganado, dependiendo de la operación». (Lea en CONtexto ganadero: Los desafíos que representa la caída del inventario de ganado de Estados Unidos)

De acuerdo con este artículo de la Universidad de Florida, existen varias técnicas disponibles para el diagnóstico de preñez, cada una con sus ventajas y consideraciones:

  • Palpación rectal: Es el método más antiguo y común. Puede realizarse desde los 30-40 días después de la reproducción y proporciona resultados inmediatos. Su costo varía entre USD 2 y USD 10 por animal.
  • Ultrasonido: Ofrece resultados precisos a partir de los 28 días de gestación y proporciona información adicional como la edad del feto y su sexo. El costo estimado es de USD 10 a USD 20 por cabeza.
  • Prueba de sangre: Detecta proteínas específicas asociadas con la preñez desde el día 26 después de la concepción. Con una precisión del 95-99 %, su costo promedio es de aproximadamente USD 5 por animal.
El Dr. Folsom destaca que la tecnología de ultrasonido ha mejorado la precisión del proceso de verificación de preñez. «Con el ultrasonido tenemos que esperar al menos 30 días después de retirar los toros para poder ver un latido cardíaco», explicó. A pesar de estos beneficios, la baja tasa de adopción de estas técnicas sugiere que existe una brecha significativa en la educación de los productores y la importancia que otorgan al diagnóstico de preñez.

Los expertos coinciden en que la implementación de estas prácticas no solo mejora la eficiencia reproductiva del rebaño, sino que también contribuye significativamente a la rentabilidad de la operación. La identificación temprana de vacas no preñadas permite a los productores tomar decisiones informadas sobre el manejo del rebaño, optimizando los recursos y mejorando la productividad general.

Ver noticia original en: Contexto Ganadero

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