El director de la Asociación Rusa de Productores de Fertilizantes, Andréi Gúriev, ha afirmado este miércoles que Rusia seguirá abasteciendo a la Unión Europea (UE) a pesar del aumento de aranceles sobre los fertilizantes rusos, aunque ha dejado claro que «estaremos presentes en la UE, pero este arancel, en última instancia recaerá en el agricultor europeo», ha declarado Gúriev, citado por la agencia TASS.
El magnate de los fertilizantes afirma de este modo que los aranceles impuestos por la UE no afectan a los rusos, sino a los propios europeos, medidas que además afectarán al aumento de precios a nivel mundial haciendo crecer la inflación alimentaria, «lo que afectará principalmente a los países en desarrollo más pobres».
«Los precios de los fertilizantes están subiendo con una tendencia bastante pronunciada, y en cuanto al fósforo y nitrógeno, podemos asegurar que ya han crecido un 20%», afirmó.
A finales de 2024, el 76% de todas las exportaciones rusas de fertilizantes se destinó a países considerados amigos, en comparación con el 69% de 2019, escribe TASS.
Los eurodiputados respaldaron la propuesta de la Comisión Europea de aumentar en un 50 % los aranceles sobre los productos agrícolas que aún no estaban sujetos a aranceles adicionales, como el azúcar, el vinagre, la harina y los piensos.
El bloque europeo espera reducir así los ingresos rusos de exportación de Rusia y limitar, de esta forma, su capacidad para financiar su guerra contra Ucrania. Sin embargo, el enfado de todo el sector agrario europeo ha sido unánime, al considerar que, tal y como se destaca ahora, habrá un aumento de los costes que en última instancia recaerá en el agricultor europeo.
También se prevé un arancel del 6,5 % para los fertilizantes importados de Rusia y Bielorrusia, que aumentará progresivamente en los próximos dos años.
En 2023, las importaciones de los fertilizantes rusos que se vieron afectados por los aranceles representaron más del 25 % de las importaciones totales de la Unión: alrededor de 3,6 millones de toneladas, por un valor de 1.280 millones de euros.
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La Unión Europea apuesta por una política de aranceles firmes para sancionar a Rusia y asegurar su independencia estratégica, pero este esfuerzo tiene un coste inmediato: los agricultores europeos. A pesar de la subida de tarifas, los fertilizantes siguen llegando desde Rusia, y la carga económica recae directamente sobre los productores del campo.
ResponderEliminarLa gran pregunta es cómo combinar la presión geopolítica con la sostenibilidad del precio de los insumos, para no comprometer la seguridad alimentaria europea ni el futuro del sector agropecuario.