viernes, 13 de diciembre de 2024

FAO lanza nuevas directrices para la vigilancia de la influenza A(H5N1) en el ganado y otros mamíferos

 

QU Dongyu, director general de la FAO.

La FAO subraya que "los eventos de propagación que involucran a este virus aumentan la probabilidad de adaptación a los mamíferos y resaltan los riesgos para la salud pública".

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado sus Recomendaciones integrales para la vigilancia de la influenza A(H5N1) en el ganado, con una aplicación más amplia a otros mamíferos de granja. Este documento llega en un momento crítico, ya que el virus de la influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5N1, en particular la cepa del clado 2.3.4.4b, continúa su propagación global de las aves silvestres a las aves de corral y ahora a los mamíferos, incluido el ganado.

Desde su aparición hace más de dos décadas, el virus de la influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 ha evolucionado en varios clados. El clado 2.3.4.4b ha demostrado una capacidad significativa para infectar a una amplia gama de especies, incluidas aves silvestres, aves de corral y mamíferos terrestres y marinos. Las detecciones recientes en ganado lechero en los Estados Unidos, junto con casos entre trabajadores agrícolas expuestos a ganado infectado, subrayan la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de vigilancia. "Los eventos de propagación que involucran a este virus aumentan la probabilidad de adaptación a los mamíferos y resaltan los riesgos para la salud pública", alertan.

Los signos clínicos observados en el ganado afectado incluyen: disminución de la producción de leche; leche espesa similar al calostro; menor ingesta de alimentos; letargo; fiebre; y deshidratación. Además, destacan que la transmisión del virus en granjas afectadas parece ser principalmente a través de la leche del ganado infectado, en lugar de por vía aérea. Por otra parte, entre granjas, el movimiento del ganado infectado es la principal vía de propagación, aunque se ha sugerido que los fómites contaminados, como los vehículos o las personas, también pueden contribuir. También hay evidencia que sugiere un contagio desde granjas lecheras infectadas a las aves de corral cercanas, así como a otras especies, como ratones y gatos.

Las directrices de la FAO están diseñadas para mejorar la detección temprana de eventos de propagación, apoyar medidas de control de enfermedades basadas en evidencia y ayudar a los países a optimizar el uso de recursos limitados mediante estrategias integradas de vigilancia. Asimismo, las recomendaciones de la FAO enfatizan el establecimiento y la mejora de sistemas de vigilancia pasiva que alienten la notificación de casos sospechosos por parte de agricultores y veterinarios. 

En este punto, se debe prestar especial atención a las áreas de alto riesgo, como aquellas con poblaciones densas de aves de corral o ganado lechero o actividad de aves migratorias. Además, se destacan las fuentes informales, incluidos los medios de comunicación y las redes comunitarias, como herramientas valiosas para identificar brotes. 

La vigilancia de enfermedades también debe incorporarse a las actividades veterinarias de rutina, como las inspecciones en mataderos y fronteras, y se recomienda realizar investigaciones epidemiológicas detalladas para rastrear las fuentes y la propagación de la infección y las posibles vías de transmisión.

Cabe subrayar que las directrices exigen un enfoque coordinado de Una Salud que integre los sectores veterinario, de salud pública y ambiental. Aprovechar los programas existentes de control de la gripe aviar y de enfermedades del ganado es fundamental para garantizar la rentabilidad y, al mismo tiempo, mejorar las capacidades de vigilancia. Otras recomendaciones se centran en la participación de la comunidad, la mejora de las medidas de bioseguridad y el desarrollo de medidas específicas de mitigación de riesgos.

Aunque la atención se centra en el ganado, las directrices se extienden a otros mamíferos de granja susceptibles, en particular los que se encuentran en estrecha proximidad con las poblaciones de aves. Esta amplia aplicación es crucial para abordar los riesgos zoonóticos asociados con la gripe A(H5N1). Los brotes recientes en los Estados Unidos ilustran la necesidad crítica de estas medidas, ya que la capacidad del virus para cruzar las barreras entre especies subraya la importancia de una vigilancia integral para proteger tanto la salud del ganado como la de los seres humanos. Las directrices proporcionan un marco práctico para que los países refuercen su preparación y sus capacidades de respuesta.

Las recomendaciones de la FAO, elaboradas en colaboración con expertos internacionales y basadas en los últimos avances científicos, proporcionan herramientas esenciales para los servicios veterinarios, los encargados de la formulación de políticas y los investigadores. Al adoptar estas medidas, los países pueden mejorar la detección temprana, implementar intervenciones eficaces y salvaguardar la salud pública y animal a nivel mundial.

Ver noticia original con sus detalles en: Diario Veterinario

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