Los Fabricantes de Fertilizantes respaldan la imposición de los Aranceles Europeos.
En un movimiento que genera debate y repercusiones en el sector agrícola europeo, los fabricantes de fertilizantes han manifestado un firme apoyo a los nuevos aranceles aprobados por el Parlamento Europeo sobre las importaciones de productos agrícolas y fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia. Esta decisión, que entrará en vigor el 1 de julio y se aplicará de forma progresiva, busca no solo debilitar la economía de guerra rusa, sino también reforzar la autonomía estratégica europea y proteger a la industria y al sector agrícola continental de la competencia desleal.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE) en España, junto con su homóloga continental Fertilizers Europe, han aplaudido la medida, considerándola un "paso firme" hacia una Europa más autosuficiente y resiliente. Su argumento principal es que, desde la invasión de Ucrania, los productores rusos se han beneficiado de precios de gas artificialmente bajos y normativas ambientales laxas, lo que les ha permitido inundar el mercado europeo con productos a precios injustamente reducidos. Esta práctica, según los fabricantes, ha distorsionado el mercado y debilitado la producción europea.
Los nuevos aranceles contemplan un incremento del 50% en los aranceles aplicables a ciertos productos agrícolas, además de un arancel ad valorem del 6,5% para los fertilizantes originarios de Rusia y Bielorrusia. Este último se complementará con derechos específicos por tonelada que se incrementarán progresivamente, pasando de entre 40 y 45 euros en el período 2025-2026 hasta los 430 euros por tonelada en 2028. El objetivo es que estos ingresos contribuyan a reducir la dependencia de la UE de estos países y, a la vez, fomentar la diversificación y producción interna.
Impacto Económico y Divergencia de Opiniones
Aunque los fabricantes de fertilizantes defienden la medida y minimizan su impacto en los costos, las organizaciones agrarias han expresado su preocupación. Advierten que estos aranceles podrían traducirse en un aumento del precio que el agricultor paga por el fertilizante, afectando la rentabilidad de las explotaciones y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria. Sin embargo, estudios como los de la agencia Argus y la propia Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea (DG AGRI) sugieren que el impacto económico sería limitado, estimando un incremento de menos de 10 dólares por tonelada y un efecto de apenas el 0,12% sobre el coste total de producción de una explotación media.
A pesar de estas proyecciones, la Unión Europea tendrá que tranquilizar a los agricultores, que ya han manifestado su alarma ante una posible explosión de los precios de los fertilizantes en el mercado. Para entidades como el Copa-Cogeca, el arancel a los fertilizantes rusos tiene un efecto "potencialmente devastador", insistiendo en que los agricultores europeos no deben convertirse en "daños colaterales" de la situación geopolítica.
Un Futuro de Soberanía Alimentaria y Resiliencia Industrial
La decisión del Parlamento Europeo, respaldada mayoritariamente por los eurodiputados (411 votos a favor, 100 en contra y 78 abstenciones), marca una dirección clara hacia la reducción de la dependencia exterior en un sector tan estratégico como el agrícola. España, por ejemplo, ha visto un aumento del 75% en las importaciones rusas de fertilizantes, y la medida busca revertir esta tendencia, apostando por la capacidad de autoabastecimiento con producción nacional y la búsqueda de alternativas viables como Egipto y Argelia.
Para la industria europea de fertilizantes, esta es una oportunidad para reforzar su papel clave en la seguridad alimentaria, apoyar la transición climática de la UE y preservar la resiliencia industrial del continente. Sin embargo,el éxito de esta estrategia dependerá de una estrecha supervisión de los precios y posibles distorsiones en el mercado interior, así como de la aplicación de corrección en caso de medidas que el impacto sobre los agricultores europeos sea significativo.
En definitiva, la aprobación de estos aranceles representa una apuesta de la Unión Europea por la soberanía y la protección de su industria y agricultura, con el objetivo de construir un futuro más independiente y sostenible en un contexto geopolítico cada vez más complejo.
Noticia redactada por el equipo de GuiAgropecuaria
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