sábado, 7 de septiembre de 2024

El gran bocado de las cárnicas: crecen un 75% en cuatro años y exportan ya el triple que el aceite

 

  • La facturación del sector sube un 11% en 2023 en pleno proceso de concentración.
  • Vall Companys crece un 38% y supera los 4.000 millones de facturación.

La industria cárnica española ha dado un impulso sin precedentes a su negocio. El sector ha pasado de facturar 24.468 millones de euros en 2019 a alcanzar casi los 42.600 millones en el último ejercicio. Es un 75% más en pleno proceso de concentración y con con un fuerte crecimiento además en los mercados internacionales, según los datos de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab). Su último informe refleja, de hecho, que el sector cárnico no solo es el más grandes de la industria, sino también el que más crece.

"Está ocurriendo algo que parecía prácticamente impensable hace veinte años", explica Giuseppe Aloisio, director general de la patronal cárnica Anice. Según dice, "hemos asistido a un proceso de concentración que ha permitido la creación de grandes grupos, como Vall Companys, Fuertes, Costa Foods, Grupo Jorge, Costa Brava, Incarlopsa o Campofrío, y con ello España se ha convertido en el mayor productor de porcino de toda Europa, superando a Alemania". Pero es que además las empresas cárnicas españolas cuentan cada vez con una mayor presencia internacional, consolidándose, por ejemplo, como el mayor exportador europeo de carne de cerdo a China. "El sector cárnico español está exportando ya prácticamente el triple que el aceite de oliva y casi cuatro veces más que el vino", insiste Aloisio, que recuerda que en el último año se ha superado la barrera de los 10.000 millones de ventas en el exterior.

Entre las grandes compañías, destaca el liderazgo del Grupo Agroalimentario Vall Companys, que cerró el ejercicio 2023 con una facturación de 4.148 millones de euros, lo que supone un 38% más que el ejercicio anterior. De acuerdo con las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, los principales motivos de este crecimiento residen en diferentes aspectos: los precios históricos de cotización del porcino en Mercolleida fruto del viento de cola inflacionista de 2022 y el desequilibrio entre la oferta y la demanda; las adquisiciones de Embutidos Rodríguez y Grupo Sada y el proceso de fusión de la división harinera del grupo con la de Caja Rural de Navarra, a finales de 2022.

El Grupo Fuertes, el gigante alimentario murciano propietario de El Pozo, creció asimismo otro 7%, hasta alcanzar un volumen de facturación de 2.490 millones de euros. Y ya por detrás figuran el Grupo Jorge, que facturó 1.945 millones, un 21% más o la empresa catalana Costa Brava Foods, con 1.945 millones. El proceso de concentración que está viviendo el sector ha supuesto que el número de compañías se esté recudiendo -en el último ejercicio ha pasado de 3.477 a 3.244, un 6,7% menos-, pero que, en cambio, las empresas tienen cada vez así un mayor tamaño, lo que facilita su expansión internacional. En conjunto, y según los datos de Fiab, el sector da empleo a 118.368 trabajadores, incluyendo también a las empresas avícolas.

Y al mismo ritmo que crece el número de empresas y su tamaño aumenta también la inversión, que se elevó en el último año a 1.538 millones de euros, una cifra nunca vista en la historia y que supone no solo un aumento del 14,16% respecto al año anterior, sino que representa, además, casi el 24% de todo lo que invierte la industria de alimentación y bebidas.

Ver noticia en: El Economista

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